Golpe matinal
encanto particular del sol
despertar, quedar revuelto
enmarañado entre tazas de café
Me dedico a escuchar el canto de gorriones
y en cada paso
progresivamente más liviano que el del sueño
sonrió
Mantengo acotadas charlas de la vida
a segundos escucho los demonios como aúllan
regurgitando mi nombre
tomo la cuchara del café
revuelvo una vez más
Sin aires de sorpresa
reencuentro los silencios que alguna vez caye
me quedo y miro alrededor
sentado esperando la lluvia
de la nada absoluta
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