Sobre mi
caen manos húmedas
rompiendo
todo canon cristiano
Enseñanzas lujuriosas
que escrutan cada uno
de mis gemidos
La fracción del pan no
tiene cabida
solo el sudor y la
sangre
emanada por cuerpos
exiliados
cuyo discurso es la
disculpa
Mismos cuerpos que
voltearon mi espalda
para ver si en mis ojos
mermaba el placer