Padre nuestro,
que estás en los cielos
secretamente colgando
de maderos enmohecidos
mientras,
al ritmo de tarantelas
prostitutas y viejas
beatas te veneran
Santificado sea tu
nombre
y de los hombres su
voluntad
esclavizada
por el pecado original
entre espinos
ensangrentados
Venga a nosotros tu
reino
hágase tu voluntad
entregada en un beso
envolviendo
con aroma a olivo
las promesas de
medianoche
Perdona nuestras
ofensas
que son heridas llamada
infancia
agobio de anunciaciones
moribundas
que ancianas vieron
parir
2 comentarios:
ME ENCANTÖ!!!
Felicitaciones
y el pan Kris, al menos que no falte ni el trabajo
que la crisis se viene y que los bonos son puras aspirinas
besitos
Jajaja... Gracias Elisa por tu comentario, y por el pan. Ya se vendra enmantequillado en una nueva publicación
besos miles
Publicar un comentario